Han
pasado ya 204 años de aquella Declaración de Independencia, que
marco de una vez y para siempre el camino de un pueblo libre, pero
por sobre todo protagonista de su propia historia.
Pensar
en aquel suceso histórico de independencia nos lleva naturalmente a
hablar de pueblo, de esos hombres y mujeres que con esfuerzo,
compromiso, dedicación, convencimiento, valor y actitud de identidad
gestaron el camino para sentar las bases de nuestra propia patria.
Esa patria que atesora una enorme riqueza de recursos naturales, y un
valor incalculable de capital humano. La declaración de
independencia fue un acto soberano y colectivo, fue ese primer paso
para alcanzar los sueños de una argentina justa, libre y soberana.
Esta
fecha patria, histórica, y que año tras año queda en el corazón
de los argentin@s, convirtiéndose en ese faro de luz sobre el que
debemos guiar nuestras acciones, nuestros sueños y los desafíos que
tenemos por delante.
En
los tiempos que corren esta fecha se convierte en una nueva
oportunidad para emprender el camino de una argentina con
expectativas grandes, con capacidad de hacer frente a los intereses
foráneos y explotar al máximo las ventajas comparativas que a lo
largo de la historia han puesto a nuestro país como uno de los mas
competitivos. Hablar de independencia es apropiarnos como pueblo de
lo que somos, de que lo podemos lograr si por sobre toda diferencia
anteponemos un proyecto de país. Si algo dejo en relieve la
independencia es el espíritu y la decisión de ser pueblo, con su
propia identidad, con sus propios colores, con sus aciertos y
errores, pero convencidos de que el principio de soberanía nos
enaltece, nos hace grandes frente al mundo y nos abre la puerta a la
integración continental como uno de los países que emerge de sus
propias cenizas.
Hoy
es tiempo de patriotas, no de mezquindades, estamos frente a un
momento como pocos en la historia de la humanidad, debemos ser
plenamente conscientes y mas aun quienes tenemos responsabilidades
políticas que como aquel 9 de julio de 1816 la grandeza de la patria
la construimos entre todos. Las crisis son una oportunidad para salir
fortalecidos, aunque algunos pocos agiten insistentemente el deseo de
dividir la sociedad, en medio de las disputas políticas sin sentido
en este momento de tamaña fragilidad, hay millones de argentinos que
le brillan los ojos esperando de la dirigencia política humildad,
compromiso, unidad en la diversidad y vocación de servicio no frente
a un gobierno sino a la altura de un pueblo que espera gestos que
contribuyan al bien común.
Los
invito a aquellos que tienen mas dudas que certezas, a que imaginen
por un momento a esos patriotas de la época, que no discutían si
les tocaba ser arquitectos o albañiles, porque tenían claro que
había que poner el hombro y que en sus acciones estaba en juego el
presente y el futuro de la patria.
Estamos
todos, en un momento decisivo y siendo llamados como pueblo a ser
artífices de nuestro propio destino, algunos elegirán ser
espectadores y otros tantos protagonistas, pero sepamos que somos
hijos de una misma patria.
Que
los valores de la Independencia iluminen nuestras acciones como
pueblo…
Javier
Forlenza
Concejal
de Tigre