DEL COLONIALISMO A LA INDEPENDENCIA: EL VALOR DE SER PUEBLO por Javier Forlenza

Han pasado ya 204 años de aquella Declaración de Independencia, que marco de una vez y para siempre el camino de un pueblo libre, pero por sobre todo protagonista de su propia historia.

Pensar en aquel suceso histórico de independencia nos lleva naturalmente a hablar de pueblo, de esos hombres y mujeres que con esfuerzo, compromiso, dedicación, convencimiento, valor y actitud de identidad gestaron el camino para sentar las bases de nuestra propia patria. Esa patria que atesora una enorme riqueza de recursos naturales, y un valor incalculable de capital humano. La declaración de independencia fue un acto soberano y colectivo, fue ese primer paso para alcanzar los sueños de una argentina justa, libre y soberana.
Esta fecha patria, histórica, y que año tras año queda en el corazón de los argentin@s, convirtiéndose en ese faro de luz sobre el que debemos guiar nuestras acciones, nuestros sueños y los desafíos que tenemos por delante.
En los tiempos que corren esta fecha se convierte en una nueva oportunidad para emprender el camino de una argentina con expectativas grandes, con capacidad de hacer frente a los intereses foráneos y explotar al máximo las ventajas comparativas que a lo largo de la historia han puesto a nuestro país como uno de los mas competitivos. Hablar de independencia es apropiarnos como pueblo de lo que somos, de que lo podemos lograr si por sobre toda diferencia anteponemos un proyecto de país. Si algo dejo en relieve la independencia es el espíritu y la decisión de ser pueblo, con su propia identidad, con sus propios colores, con sus aciertos y errores, pero convencidos de que el principio de soberanía nos enaltece, nos hace grandes frente al mundo y nos abre la puerta a la integración continental como uno de los países que emerge de sus propias cenizas.
Hoy es tiempo de patriotas, no de mezquindades, estamos frente a un momento como pocos en la historia de la humanidad, debemos ser plenamente conscientes y mas aun quienes tenemos responsabilidades políticas que como aquel 9 de julio de 1816 la grandeza de la patria la construimos entre todos. Las crisis son una oportunidad para salir fortalecidos, aunque algunos pocos agiten insistentemente el deseo de dividir la sociedad, en medio de las disputas políticas sin sentido en este momento de tamaña fragilidad, hay millones de argentinos que le brillan los ojos esperando de la dirigencia política humildad, compromiso, unidad en la diversidad y vocación de servicio no frente a un gobierno sino a la altura de un pueblo que espera gestos que contribuyan al bien común.
Los invito a aquellos que tienen mas dudas que certezas, a que imaginen por un momento a esos patriotas de la época, que no discutían si les tocaba ser arquitectos o albañiles, porque tenían claro que había que poner el hombro y que en sus acciones estaba en juego el presente y el futuro de la patria.
Estamos todos, en un momento decisivo y siendo llamados como pueblo a ser artífices de nuestro propio destino, algunos elegirán ser espectadores y otros tantos protagonistas, pero sepamos que somos hijos de una misma patria.
Que los valores de la Independencia iluminen nuestras acciones como pueblo…




Javier Forlenza
Concejal de Tigre